El Territorio Campesino Agroalimentario del municipio de La Salina, en Casanare, denominado “Renacer Salinero, Fortaleza del Casanare”, se erige como un emblema de lucha y resistencia frente a la crisis alimentaria y social que afecta a las mayorías populares de Colombia. En un contexto marcado por una profunda desigualdad y violencia estructural, la necesidad urgente de erradicar el hambre se hace cada vez más evidente, atacando uno de los grandes problemas del país. Para lograrlo, es fundamental articular las fuerzas del campo y la ciudad, fomentar la cooperación entre campesinos, gremios, comunidades indígenas, productores y consumidores, para impulsar e implementar una Reforma Agraria Integral y Popular (RAIP) que priorice la agroecología y la gestión popular como modelo viable para la producción de alimentos saludables, sostenibles y accesibles, además de mejorar las condiciones de vida de campesinos y campesinas, jornaleros, finqueros, comunidades indígenas y del pueblo en general.
En el norte de Casanare, los habitantes, hombres y mujeres, de este territorio, hemos venido avanzando en la construcción de formas organizativas, cooperativas y de gestión popular para atender las necesidades de la población del territorio y aportar en la construcción de vida digna.
Nuestro territorio campesino se declara en un municipio pequeño en términos geográficos pero grande en dignidad y resistencia. Desde hace décadas la lucha y pujanza del pueblo salinero se ha sobrepuesto a la violencia y el abandono estatal.
Aún en los mayores se recuerda la historia de los bombardeos de los años 40 en la época de La Violencia, más recientemente, la ocupación de la Cooperativa de Servicios múltiples de La Salina COOPMULSALINA, por parte de la Policía Nacional quienes por presión social salen del predio dejándolo en malas condiciones y con deudas en servicios públicos. También están recientes los hechos relacionados con el bombardeo de la emisora comunitaria del municipio, cerca del alto del medio, afectando otra iniciativa popular y por si fuera poco las capturas masivas y el destierro de decenas de habitantes del municipio por presión estatal.
Estos actos de persecución injustos y violatorios de los derechos humanos, también tuvieron un alto costo para el Estado colombiano, que ha tenido que indemnizar a las víctimas de esta violencia. Las luchas de los campesinos de La Salina son una muestra de resistencia, permanencia en el territorio y constancia, esos valores y la histórica organización social son la base para la declaración de este Territorio Campesino Agroalimentario y la razón de su denominación Renacer Salinero, Fortaleza del Casanare. Advertimos que en nuestro territorio existe la amenaza por la llegada de grupos de actuar paramilitar y vulneraciones a los derechos humanos por parte de instituciones estatales como infracciones al DIH.
Nuestro territorio campesino agroalimentario se enmarca en la propuesta de Reforma Agraria Integral y Popular, lucha histórica del movimiento campesino que busca reorganizar el sistema agroalimentario para que como clase popular podamos definir en qué, cómo y para qué producir, con miras a la soberanía alimentaria y una nueva sociedad. El TECAM busca avanzar en la consolidación de un modelo de agricultura para la vida, dejando atrás los agrotóxicos y el envenenamiento de las aguas y los suelos.
Declarar a La Salina como TECAM es reconocer que ha sido históricamente un lugar de referencia de las comunidades de la zona que comprende lo que ahora es Casanare, Boyacá, Arauca e incluso Santander, por estas tierras habitantes de los distintos lugares transitaron para trasladarse, comerciar o asentarse en el territorio, recibiendo también personas de diferentes departamentos que buscaban mejores condiciones de vida.
Nuestro territorio, cuenta con una importante y exuberante riqueza natural, ubicándose en inmediaciones del Parque Nacional Natural El cocuy, en la cabecera y zonas de nacimiento del río Casanare y en zonas de bosque andino, de niebla y páramos. Además, La Salina ha sido referencia clave para la producción agropecuaria puesto que la producción de sal ha fortalecido la alimentación de las personas y la industria pecuaria en sus alrededores. Sin embargo esa riqueza natural está siendo amenazada por los intereses en explotación minera en el territorio, los programas de concesión de los parques nacionales y la voracidad del capital que se muestra como verde y busca mercantilizar las aguas, el oxígenos y la biodiversidad.
La pujanza del campesinado salinero ha impulsado importante producción en caña panelera, café, trucha, ganadería, lulo, aguacates, entre otros productos; la misma pujanza ha construido cooperativas como la Cooperativa de Caficultores de La Salina, COOPCAFÉ, COOPMULSALINA, la Asociación de mujeres de la Salina ASOMULSA, La Asociación Nacional Campesina José Antonio Galán ASONALCA, la Asociación de jóvenes y estudiantes, La Asociación de trabajadores, El Coordinador Nacional Agrario, los trapiches comunitarios, La Asociación de Trucheros y los demás gremios y movimientos en el territorio, en un esfuerzo colectivo de gestión popular que necesariamente requiere del apoyo decidido del Estado Colombiano y la priorización de la inversión que impulse estos proyectos productivos e iniciativas asociativas en el territorio
Este territorio campesino requiere de la urgente inversión de los gobiernos departamentales y nacionales, debemos mejorar las condiciones de prestación del derecho a la salud y las condiciones de sus trabajadores; así mismo solucionar los graves problemas de infraestructura de la institución educativa Jorge Eliecer Gaitán, instalaciones que están a punto de colapsar, así como planes de mejoramiento de vivienda, vías, infraestructura y conectividad; llamamos al gobierno nacional a apoyar la iniciativa de la emisora comunitaria en el municipio.
Exigimos a los gobiernos el cumplimiento de los acuerdos firmados entre el gobierno nacional y las comunidades en escenarios como la Mesa Intercultural con la nación U’wa y el movimiento de Centro Oriente, y la mesa de negociación producto del Paro municipal en la ruta de Los Libertadores que protagonizamos principalmente desde este municipio en junio de 2024. Insistimos en que ni el gobierno departamental, Invias o la concesión han cumplido los acuerdos y que estamos dispuestos a volvernos a movilizar.
Nos declaramos en Territorio campesino agroalimentario por decisión de comunidades campesinas y populares de Rionegro, Chinivaque, Los Colorados, El Centro, Rodrigoque, Los Papayos, El Arenal, y Los curos, es decir de todo nuestro municipio, impulsado por la Asociación Nacional Campesina José Antonio Galán Zorro ASONALCA y demás fuerzas vivas del municipio. Seguiremos impulsando la lucha por la vida y la permanencia en el territorio por medio del plan de vida del TECAM y la junta de gobierno campesino, con miras a fortalecer la productividad, el empleo, desarrollar la agroindustria por medio de la gestión popular, fortalecer las empresas e iniciativas colectivas y populares para la vida digna y la movilización como herramienta de lucha
Esperamos que el gobierno nacional y el estado colombiano se comprometan de manera decidida con esta iniciativa de poder popular y vida digna y apoyen y fortalezcan este proceso.
Que viva el Territorio Campesino Agroalimentario Renacer Salinero, Fortaleza del Casanare
¡Que viva el pueblo salinero!
¡Por la Defensa y Recuperación del Campo Colombiano, Vida digna y Soberanía popular!
¡Por una Colombia libre y soberana!
¡Unidad y lucha!